Renunció el presidente del Senasa tras la interna por la importación de vacunas
El Gobierno había desregulado la importación de vacunas para el agro y causó fuertes cruces entre los laboratorios que se verían beneficiados y perjudicados con la medida.
En medio de una disputa por la desregulación de vacunas contra una enfermedad clave en el campo, el titular del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortese, decidió presentar su renuncia tras ocho meses en el cargo y más de 30 años en el instituto. Mientras el propio Javier Milei anunció que "se abrió el mercado de la vacuna de la fiebre aftosa" y que las dosis se conseguirán "a mitad" de precio, las empresas productoras e importadoras del fármaco se cruzaron por las consecuencias de la medida.
A través de la Resolución 333/25, publicada en mayo pasado, el Senasa habilitó la importación de vacunas contra la fiebre aftosa, provenientes de Brasil, una iniciativa celebrada por el propio Milei hace días en el predio ferial de La Rural. "Se abrió el mercado de la vacuna de la fiebre aftosa. En la próxima campaña ya habrá oferta de la misma por la mitad de su valor histórico", dijo el Presidente ante dirigentes agrarios. Uno de ellos fue el propio titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien celebró la medida: "En un país exportador, no podemos no tener un Senasa del mejor nivel internacional”.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, fue quien había anunciado la medida con bombos y platillos. "La norma establece la equivalencia y autoriza la venta de vacunas en el país que cuenten con certificación de venta en una serie de países. De esa manera la importación de vacunas será casi inmediata, y esperamos, con ello, la reducción de los costos de producción", escribió el ministro en su cuenta de X, y aseguró que esa medida haría ahorrar un total de 100 millones de dólares anuales.
Cuál fue el problema con las vacunas
A mediados de julio, el productor de a vacuna Biogénesis Bagó pidió explicaciones a Cortese por la aprobación de miles de dosis de una vacuna producida por el laboratorio brasileño Ourofino e importada por la compañía Tecnovax. Esta empresa, en cambio, se quejaba de que los laboratorios Bagó y CDV vendían esta vacuna a valores muy superiores respecto de los países vecinos.
Por su parte, desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (Caprove) alertaron que esa medida pondrá en riesgo a la industria, que emplea a más de 8.000 personas y exporta por más de 100 millones de dólares al año.
Según trascendió, el reemplazo de Cortese sería la exvicepresidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), María Beatriz "Pilu" Giraudo, quien llegará con la experiencia de estar al frente de un organismo que desde hace meses está en medio de un proceso de ajuste, despidos y reestructuración a pedido de Milei.
El Destape
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