Javier Milei firmó el veto a la Ley de Financiamiento universitario y la Ley de Emergencia Pediátrica
La vetocracia avanza
A pesar de la derrota electoral, el Presidente volvió a rechazar la norma que da sustento a las casas de altos estudios. El frente universitario anunció la tercera marcha federal y un paro para el viernes. Se vienen las protestas de los trabajadores del Garrahan.
Finalmente, la furia después de la derrota se tradujo en un nuevo ataque contra la universidad pública. Milei volvió a empuñar la motosierra y vetó la Ley de Financiamiento Universitario y también la Emergencia en Pediatría, dejando en evidencia que la autocrítica prometida en el búnker, la noche en la que reconoció la estrepitosa caída en la provincia de Buenos Aires, nunca existió. El montaje del diálogo se desvaneció rápido: el Gobierno no sólo vetó una ley sancionada por una mayoría abrumadora en el Congreso, sino que ya prepara el veto a la norma del reparto automático de los ATN, avalado por los 24 gobernadores a los que busca seducir en medio de la crisis política más profunda desde su llegada a la Casa Rosada. Es la segunda vez que el Presidente veta una ley que apuntala al financiamiento universitario. El Congreso se prepara para resistir y podría insistir con la Ley la próxima semana. Los gremios, rectores y estudiantes acompañarán la sesión con la "Tercera Marcha Federal", que se prevé masiva. Por su parte, los sindicatos docentes convocaron a un paro nacional universitario para el viernes próximo. Los médicos y trabajadores del Garrahan, en tanto, también preparan sus medidas de acción directa. (ver aparte)
Sin rumbo ni coherencia, el gobierno libertario atraviesa días de contradicciones. El gesto de montar una mesa federal para recomponer el diálogo con los gobernadores naufragó rápido con el uso de un recurso habitual: el veto presidencial. La noche del miércoles, Milei estampó su firma contra la Ley de Financiamiento Universitario, una norma aprobada con dos tercios en ambas cámaras que garantiza la actualización automática por inflación de los gastos destinados al funcionamiento de las universidades, los hospitales universitarios y la investigación. También obliga a convocar paritarias para recomponer los salarios de docentes y no docentes y prevé mejoras en el sistema de becas. La iniciativa había cosechado 158 votos en Diputados, en la misma sesión en la que se sancionaron la Emergencia en Pediatría y la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional entre las provincias. Esas dos leyes también están en la mira de la Casa Rosada y engrosarán la lista de vetos en las próximas horas. Desde el entorno de un gobernador dialoguista se tomaban con humor las contramarchas del gobierno: "Catalán va inaugurar el diálogo con las provincias anunciando un veto, es todo un sin sentido" dijo a este diario.
Según el texto publicado en el Boletín Oficial, la ley no identifica fuentes de financiamiento. El argumento es falaz, ya que el proyecto contempla readecuaciones presupuestarias que el gobierno califica como “insuficientes e inviables”. El decreto, rubricado por Milei y todos sus ministros, advierte que la norma generaría más emisión, inflación y pérdida de poder adquisitivo. El argumento no resiste análisis: en nombre de proteger a los más vulnerables, se castiga a la universidad pública, dinamizadora de la movilidad social ascendente. Al final de la jornada, cerca de la medianoche, se conoció la firma del veto a la ley que declara la Emergencia en Pediatría.
La resistencia
El Congreso esperaba la publicación de los tres vetos para definir su estrategia, pero el gobierno se adelantó y anoche oficializó el rechazo a la Ley de Financiamiento Universitario en el Boletín Oficial. Además, envió el escrito a la Cámara de Diputados, que por ser la cámara de origen será la primera en insistir. Los movimientos de la Casa Rosada adelantaron las conversaciones de los diputados opositores, que tenían previsto reunirse este jueves para coordinar la ofensiva parlamentaria.
En principio, el financiamiento universitario se trataría en una sesión que la oposición convocará el miércoles 17, aunque los pasos se terminarán de definir cuando se conozcan los otros dos vetos. El senado por su parte ya tiene previsto sesionar al día siguiente con los temas pendientes en incorporarían en esa sesión el veto a los ATN. “No nos podemos adelantar si no sabemos qué va a firmar”, explicó a Página/12 uno de los legisladores que encabeza la estrategia. La principal sospecha recae sobre la Ley de ATN: desde el gobierno dejaron trascender que podría aplicarse un veto parcial para “acercar a los gobernadores”. El mismo diputado reconoció que buscarán sesionar con los apoyos “de los mismos de siempre”, porque no confían en los ánimos cambiantes de los mandatarios provinciales.
En efecto, la Casa Rosada trabaja en un acercamiento quirúrgico con los gobernadores y planea convocar solo a los “afines”, empezando por aquellos con los que selló alianzas electorales, como Alfredo Cornejo (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Leandro Zdero (Chaco). También podrían sumarse Claudio Poggi (San Luis) y Marcelo Orrego (San Juan). Una paradoja empantana las negociaciones: el gobierno cree que puede vetar y, aun así, retomar la conversación con los gobernadores. Los mandatarios, en cambio, esperan que no vete la Ley de ATN como gesto indispensable para reabrir el diálogo.
El mismo día en que Diputados trate el rechazo al veto —ya sea el 17 o el 24 de septiembre— habrá una masiva movilización universitaria, la tercera marcha desde que Javier Milei llegó al poder. La convocatoria parte de la Federación Universitaria Argentina (FUA), junto con el Frente Gremial y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). El miércoles por la noche comenzaron a circular flyers en redes sociales con la consigna: “Si hay veto, hay marcha”. La particularidad será que el reclamo de los universitarios confluirá con otros sectores en lucha, como la salud y los trabajadores del Hospital Garrahan.
“El gobierno nos empuja a tener que convocar a toda la sociedad para defender no solo un reclamo universitario, sino el futuro del país”, señaló Joaquín Carvalho, titular de la FUA. Desde la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA), Laura Carboni, secretaria general, explicó: “Desde que asumió este gobierno perdimos un 45 por ciento de nuestros salarios y más de 10.000 docentes renunciaron en todo el país. Hay que frenar esta política de motosierra que destruye a la universidad pública”. Además, las organizaciones nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), CONADU, CONADU Histórica, FAGDUT, FEDUN y UDA anunciaron un paro universitario en todo el país para este viernes 12 de septiembre.
Los repudios al veto inundaron las redes sociales. Pablo Juliano, diputado de Democracia Para Siempre —bloque autor del proyecto—, advirtió en X: “Rechazaremos este nuevo veto. Presidente Milei: usted fue elegido para gobernar para todos. Sus trabas ideológicas no pueden cercenar el futuro de los argentinos”. Martín Lousteau ironizó: “Plata hay, pero ya sabemos que se va para lo de Karina. Ni en su peor semana el gobierno de Milei atina a hacer algo distinto”. Julia Estrada apuntó: “El domingo el pueblo de la provincia de Buenos Aires le dijo basta a Milei. Y nosotros desde el Congreso insistiremos con el financiamiento universitario y exigiremos la sanción del presupuesto 2026”. En la misma línea, el gobernador riojano Ricardo Quintela sostuvo que el veto de Milei a la ley de financiamiento universitario confirma que “el único plan es el ajuste y la destrucción de derechos”.
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