El Movistar Arena de Milei
El financiamiento del show, flojo de papeles
El costo del capricho presidencial de cantar frente a una multitud de libertarios no baja de los 400 mil dólares. Adorni dijo que los pagó Hojas del Sur, la editorial que publicó el libro, pero el relato resulta inverosímil. Los vínculos con la Derecha Fest y los dueños de la Suizo Argentina.
Si algo consiguió Javier Milei con su recital de rock –si se lo puede llamar de así– fue desviar la discusión pública, al menos por unas horas, en torno al narcoescándalo que envolvió a su ahora excandidato en la provincia de Buenos Aires. La noche del lunes, con el cadáver político de José Luis Espert todavía fresco, el Presidente se dio el gusto de "cantar" en el Movistar Arena frente a 12 mil libertarios con una "banda" comandada con los hermanos Benegas Lynch. Su actuación repercutió incluso en Estados Unidos, adonde por esas horas se encontraba el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, mendigando el salvataje del Tesoro del país del norte que finalmente se concretó a fines de esta semana. "Trump acaba de entregarle 20 mil millones de dólares de sus impuestos al presidente argentino para que organice un concierto de rock de mierda", lo defenestró el senador demócrata por Arizona Rubén Gallego; "a esto es a lo que Donald Trump quiere darle 20 mil millones de dólares" agregó la senadora también demócrata Elizabeth Warren, en un posteo con la foto de Milei dándolo todo con sus tres camperas sobre el escenario. Fue hasta ahora el acto de campaña más ampuloso y, también, el más caro. Un sector de la oposición puso la lupa inmediatamente sobre cómo se financió: hubo alguien que pagó el alquiler del estadio, que solventó el sonido, las luces, los efectos especiales --hasta hubo un sketch con fuego--, las pantallas LED, en definitiva, la producción; también los micros, que fueron decenas y movilizaron asistentes desde todo el país; y para rematar el combo, se le agregó un operativo policial, en el que intervino la Policía Federal, por lo que también hubo fondos públicos involucrados.
"¿Rockstar con la tuya? Mientras el Gobierno recorta al Garrahan, a las universidades y a las personas con discapacidad, el show lo pagamos todos. El uso de recursos del Estado para fines privados no solo es inmoral: es ilegal", sostuvo la diputada de Encuentro Federal, Margarita Stolbizer, quien presentó un pedido de informes al Ejecutivo para conocer los gastos del evento y quiénes lo financiaron. Lo propio hizo su colega Marcela Campagnoli, directamente al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, al que le pregunta, además, por "la gran cantidad de micros que arribaron a Villa Crespo desde el interior del país" y, además, "quien solventó la seguridad privada" al interior del espectáculo.
El abogado Yamil Castro Bianchi, por su parte, radicó una denuncia penal por el presunto delito de negociaciones incompatibles con la función pública, con la hipótesis de que el costo del acto fue afrontado por Eduardo Kovalivker, el creador del imperio de la Suizo Argentina, la empresa vinculada al caso de las coimas en la Andis de las que Karina Milei se quedaba "con el 3 por ciento" según los audios filtrados del extitular de ese organismo, Diego Spagnuolo.
En medio de todo ese ruido, el vocero presidencial, Manuel Adorni, intentó aclarar el origen de los fondos y aseguró que se trató de "un evento privado" sin erogaciones del Estado, y le pasó la pelota a la editorial que publicó el último libro de Milei, "La construcción del milagro", que fue la excusa para el show. "Fue un espectáculo privado pagado por la editorial que editó el último libro y que también le va a editar una especie de compendio de los libros que él escribió a lo largo de su carrera académica. En pos de eso hizo una presentación a la altura”, vociferó Adorni.
El intento de aclaración no hizo más que oscurecer el panorama, dado que la editorial en cuestión, Hojas del Sur, carece de la estructura necesaria para afrontar los costos de tamaño espectáculo promocional de un libro, si es que era ése --como dijo Adorni-- el objetivo del acto. En el medio aparecen también los vínculos de su propietario, Andrés Mego, con el mundo del libertarismo vernáculo: editó los libros eróticos del propio Kovalivker y de los aspirantes a intelectuales Nicolás Márquez y Agustín Laje, entre otros, además de ser el principal organizador de La Derecha Fest. Mego se negó a responder las consultas de este diario respecto de, si como dijo Adorni, su editorial fue la que puso la plata.
No dan los números
Distintas fuentes vinculadas a la producción de espectáculo relataron a Página/12 que el costo de un show en el Movistar Arena como el que montó Milei no baja de los 300 mil dólares. Pero con matices: en el rubro es muy factible la devolución de favores --por ejemplo, con los proveedores de luces o sonido, que muchas veces se financian con contratos en el Estado-- y la facturación a la baja, sobre todo si se trata, como en este caso, del presidente y del partido de Gobierno.
El costo total se divide en:
* El alquiler del estadio, que ronda entre los 80 mil y los 150 mil dólares según el caso, la fecha y la productora. En este punto debería haber un contrato que, como dijo Adorni, probablemente haya firmado la editorial o por alguna empresa vinculada al universo de Mego. También es verosímil que los aportes los haya hecho Kovalivker, dado que las fechas se reservan con varios meses de antelación, por lo tanto se pudo haber hecho antes de que estalle el escándalo de las coimas, época en la cual, como dejaron trascender en su momento desde el PRO, la Suizo financiaba electoralamente a LLA. Incluso lo hizo --según esas mismas versiones-- con dos millones de dólares para pagarle a los fiscales durante la segunda vuelta de 2023.
* La producción. Según Milei, los ensayos se hicieron en Olivos, pero "la banda" debió haberlo hecho también previamente en el estadio, lo cual es un piso de gasto al que se suman las luces, las pantallas, el sonido, los efectos visuales. Todo lo aportan distintos proveedores, con un costo base de otros 80 mil dólares más.
* Los asistentes. De acuerdo a las coberturas periodísticas y a distintos videos y fotos que circularon en redes sociales, en los alrededores de Villa Crespo se registraron decenas de micros con espectadores de LLA que llegaron desde distintos puntos del país. Un micro, por ejemplo, desde Baradero a Capital, no baja de los diez millones de pesos, según el relato de un productor. Allí es válida la pregunta de si se usaron fondos públicos o de LLA para movilizar militantes y llenar las gradas. En la calle se vio un despliegue importante de "Las Fuerzas del Cielo" en apoyo al Presidente. Esos fondos deberían estar registrados en los reportes de gastos de campaña de LLA.
* La seguridad. Los costos del evento incluyeron la seguridad privada dentro del estadio pero también a la fuerza pública que se desplegó en los accesos. Se estima que hubo unos 300 efectivos entre Policía Federal y Gendarmería. Ese gasto lo afrontó el Estado.
En total, el show no bajó de los 400 mil dólares en todo concepto.
Modelo de negocios
La pregunta que subyace es cómo hizo una editorial medio pelo, que publica a autores de cuarta categoría, para costear semejante costo. Las voces del mundo editorial son lapidarias con Hojas del Sur. "No hay forma que hayan pagado semejante monto para promocionar un sólo libro, que además no va a superar, con toda la furia, los 15 mil ejemplares", sostenían. Para comparar, el último libro de Esteban Rolón, que es el que más vende, se lanza en un pequeño recinto y se transmite por Youtube.
Hojas del Sur tiene un modelo de negocios que se basa en que el autor paga de antemano la publicación de su libro, pero se queda con las regalías. Algo de eso pudo haber con Kovalivker, pero también con el propio Presidente. Es una de las hipótesis posibles que se manejan en el mundo editorial: un contrato leonino que incluya, entre otros ítems, una publicidad desmesurada, como la presentación en el Movistar.
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