El caso del celular "desaparecido"
Migraciones y la PSA, bajo la lupa judicial por la requisa fallida a Mastropietro
Dejaron pasar como si nada al señalado en la causa Andis por “lavado” de la plata de las coimas. Ordenaron obtener todas las imágenes de cuando ingresó al país.
Irina HauserLa Dirección Nacional de Migraciones (DNM) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) quedaron en el foco de una investigación judicial por haber dejado pasar como si nada los controles del Aeroparque Jorge Newbery al empresario Sergio Mastropietro quien tendría un papel relevante en la causa por la compra de medicamentos (direccionada, con sobreprecios y coimas) en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) en el posible lavado de sumas millonarias. A pesar de que el juez federal Sebastián Casanello había ordenado que fuera requisado apenas ingresara el país, cuando volvía de Estados Unidos, ni los inspectores ni los agentes policiales lo demoraron para que esa medida se produjera. Mastropietro llegó a salir a la calle y cuando, tardíamente y por el reclamo del juzgado, le revisaron sus pertenencias, alegó que había apoyado su celular sobre un valija y “desapareció”. Esta semana la fiscal Paloma Ochoa impulsó la apertura de la causa y el juez Daniel Rafecas dispuso las primeras medidas, entre ellas la obtención de todas las imágenes disponibles.
El nombre de Mastropietro había ganado notoriedad no hace tanto tiempo, cuando se supo que había sido nexo, en un encuentro de empresarios, entre José Luis Espert y Federico “Fred” Machado, extraditado a Estados Unidos el mes pasado, con cuatro años de delay, para ser juzgado por tráfico de cocaína, lavado y fraude. La Corte Suprema sacó la extradición del freezer cuando quedó en evidencia que Espert había recibido toda clase de aportes de Machado para su campaña presidencial en 2019, no solo con vuelos privados sino con fondos de origen dudoso. Mastropietro, vinculado a las firmas de aviación Baires Fly y Baires Jets, tenía una relación de larga data con Machado. Tanto que cuentan que lo fue a recibir cuando llegó de regreso a la Argentina –tras años afuera-- tratando de esquivar a la justicia de Texas en 2021, y que antes habrían compartido sociedades.
El caso Mastropietro
El episodio por el que ahora se investiga a Migraciones y la PSA sucedió el 14 de noviembre último, cuando todavía Patricia Bullrich estaba a cargo de ambas áreas. A la primera, de hecho, el Gobierno la sacó de la órbita del Ministerio del Interior apenas asumió Diego Santilli, el 11 de noviembre, y la incorporó al Ministerio de Seguridad por decreto. Casanello había allanado la casa de Mastropietro en San Isidro, pero su esposa le dijo que estaba de viaje, algo que fue corroborado. Como no estaba claro cuándo volvía, envió una indicación a Migraciones para que avisara cuando entraba al país, con el objetivo de que fuera requisado. Este procedimiento solo lo podía hacer la PSA, porque Migraciones carece de facultades. Lo llamativo fue que entre que los inspectores de Migraciones avisaron al juzgado y la PSA apareció, Mastropietro no fue demorado.
Según imágenes y geolocalizaciones obtenidas del celular de Mastropietro, el vuelo privado de su propia empresa en el que viajaba hizo una escala en Tucumán. Ahí habló por teléfono, pero fue una llamada de Whatsapp, no hay llamada común, por línea, en los registros. Las comunicaciones por Whatsapp no aparecen en los entrecruzamientos, sólo se puede saber con quién fue si se dispone del aparato pero no se pueden rastrear de otro modo. ¿Le habrán avisado que lo esperan en Buenos Aires para un procedimiento? Al llegar a Aeroparque las cámaras lo captaron a las 22.34 horas y también se lo vio utilizando el teléfono móvil. La denuncia que hizo el juez Casanello, a la que accedió Pagina/12, dice que, de acuerdo a algunas primeras imágenes recibidas, esa escena ocurrió tras retirar el equipaje y cuando estaba “junto a tres acompañantes”. Cuando Migraciones avisó al juzgado que el empresario había ingresado y pasado los controles, una secretaria reclamó que lo fueran a buscar. Por eso en las imágenes se ve al personal de Migraciones acercarse a él en la calle y llevarlo adentro nuevamente.
“Sin embargo –denunció Casanello-- antes de reingresar, se advierte cómo Mastropietro entrega su mochila y equipaje a una de las personas que lo acompañaban. Luego de unos segundos, se visualiza a Mastropietro egresar nuevamente del interior del aeropuerto y entregar a la misma persona que conservaba su equipaje, un objeto pequeño”. Una de las que estaba con él era su hija. Recién después le reclaman a ella las pertenencias. Chequean que fueran de él y no encuentran el celular. El empresario les dijo a los agentes que había dejado el aparato sobre una de sus valijas y que desapareció. Cuando llamaron al número daba apagado.
Por lo que pudo reconstruir este diario, el empresario se movía lo más tranquilo y como en su casa en Aeroparque. No parece haber sido una requisa propiamente dicha lo que se hizo, tampoco se lo llevó a un lugar apartado con esa finalidad y, como se advierte, ni siquiera lo hicieron entrar con el equipaje. En la denuncia el juez dice “que, pese a que pesaba una orden de requisa personal dispuesta por la Justicia sobre Sergio Daniel Mastropietro (comunicada y registrada por la Dirección Nacional de Migraciones), el mencionado arribó al Aeropuerto Internacional Jorge Newbery, procedente del extranjero, en un vuelo privado, descendió del mismo, ingresó al país, realizó los trámites migratorios y aduaneros correspondientes, y egresó del sector restringido del aeropuerto, sin haber sido demorado en momento alguno en procura de que se concretase la orden de requisa dispuesta. Ello, pese a tratarse de un área altamente controlada. Recién en ocasión de encontrarse en la vía pública, fue interceptado por personal de la Dirección Nacional de Migraciones, quien lo reingresó al área restringida para ejecutar tardíamente la orden jurisdiccional, sin asegurar su equipaje -que permaneció a plena disposición de los pilotos y del restante tripulante (además, dichos funcionarios permitieron que Mastropietro, antes del cumplimiento de la medida, volviera a acercarse a ese grupo de personas, para entregarle un objeto)”. El teléfono, dice finalmente, “no pudo ser hallado”.
La fiscal Ochoa rápidamente impulsó la acción penal y Rafecas mandó a hacer algunas medidas iniciales. Ahora tratan de investigar a todo el personal que intervino, revisar las directivas y su ejecución y establecer si alguien expresamente se ocupó en ese momento de ayudar a Mastropietro.
Quién es Mastropietro
El empresario en la mira tiene una larga historia en el negocio aéreo que, cada vez en más casos se advierte como vehículo de lavado de activos, e incluso es una sospecha que crece en las causas contra Espert por el apoyo recibido de Machado, que entre sus múltiples actividades compraba y vendía aviones
Dos informes del Departamento de Seguridad de Estados Unidos que estaban en manos del Ministerio de Seguridad argentino, y que describió en detalle La Nación, revelaban que Mastropietro había formado en 2010 una sociedad con Machado llamada So Vain S.A. Los reportes se referían a que Mastropietro cumple roles ejecutivos en diversas sociedades, entre ellas Avian Líneas Aéreas S.A que fue la continuación de MacAir Jet, de la familia Macri, y menciona Hangares Buenos Aires. Además, aludían a que las empresas del grupo SOCMA de los Macri era beneficiado con espacios en los hangares de aeroparque en perjuicio de Aerolíneas Argentinas.
Mastropietro y Machado compartieron domicilio y vuelos. El primero habría ayudado al segundo a operar en el sistema argentino. Además estuvo implicado en el caso Skanska por una empresa fantasma (Sol Gruop) que habría emitido facturas truchas.
En el caso de las coimas y sobreprecios en ANDIS, el fiscal Picardi dijo que Mastropietro se habría encargado de lavar el dinero de origen ilícito de la organización. Tuvo encuentros con el extitular de la agencia, en la casa de éste en Pilar, a las que concurrió con Miguel Angal Calvete, lobista y empresario con un papel protagónico en la organización de licitaciones para la compra de medicamentos en ANDIS, las compulsas, la decisión de a quiénes se les pagaba y a quiénes no, cuánto y cuando, así como9 los retornos y sobreprecios. Todo indica que la pareja de Calvete (preso por proxenetismo), Guadalupe Muñoz, tuvo un papel relevante en la distribución los nexos para el blanqueo de fondos. Esta semana no quiso declarar. Ella le facilitó a Calvete el contacto de Mastropietro cuando lo necesitan. A través de un grupo de empresas del sector farmacéutico en su mayoría, le hicieron transferencias millonarias a Mastropietro: al menos cinco por montos de entre 32 millones y 60 millones de pesos “por compra de kilómetros nacionales para ser utilizados en aeronaves de la empresa”, es decir, una fachada.
El empresario aún no fue llamado a indagatoria. Su celular, clave para rastrear información sobre su relación con las compras en ANDIS, no está y nada parece haber sido azaroso.
Pagina 12
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