Los hechos que González Fraga olvidó
Publicado el 14 de Junio de 2011Por
Cuando habla de su vínculo con el magnate saudí Gaith Pharaon, el compañero de fórmula de Alfonsín se pone a la defensiva. El candidato a vice ayudó a construir la estructura financiera de un negocio que terminó en escándalo.
Cuando habla de su vínculo con el magnate saudí Gaith Pharaon, el compañero de fórmula de Alfonsín se pone a la defensiva. El candidato a vice ayudó a construir la estructura financiera de un negocio que terminó en escándalo.
Cuando le mencionan a Gaith Pharaon, el hombre tiene súbitos y convenientes ataques de amnesia. Cualquier estudiante de psicología lo catalogaría como una reacción natural: el inconciente suele reprimir los recuerdos traumáticos. Será por eso que, cada vez que le mencionan su viejo vínculo con el magnate saudí, Javier González Fraga sufre lagunas que inundan su memoria.
En la entrevista que Tiempo Argentino publicó el domingo 13, el candidato a vicepresidente de Ricardo Alfonsín desplegó una reseña defensiva plagada de olvidos y verdades a medias. Es preciso diseccionar las respuestas para determinar cuál es cuál.
El economista no miente cuando relata que en 1988 Pharaon lo contrató para “hacer un hotel con un sistema de capitalización de deuda que permitía el ingreso de dinero comprando bonos”. Se cuida de mencionar, eso sí, que se trató de la construcción del Hotel Hyatt, un polémico emprendimiento que provocó un verdadero escándalo en su época.
El propio González Fraga reconoce que después de aquella operación financiera, que él mismo ayudo a construir, Pharaon “fue acusado de lavado de dinero, pero –afirma– la investigación de acá no encontró nada. En ese proceso judicial yo no figuro ni como testigo”. Dos falacias al hilo: el expediente A 110/91, conocido como “caso Pharaon”, fue la piedra basal de las investigaciones que se llevaron a cabo en la Comisión parlamentaria que investigó el enjuague de dinero sucio en la Argentina. Y en ese expediente, González Fraga sí figura como testigo: declaró el 7 de octubre de 1992.
La mención de su nombre en el expediente, por cierto, no se agota en esa testimonial. “Como chisme –le respondió a Tiempo Argentino– puedo contar que me costó cobrarle la factura por mi trabajo y que en algún allanamiento aparecieron mis cartas reclamándole el pago.” En efecto, esa documentación hallada por los investigadores y fechada en marzo del ’89 ratifica que para el economista no fue fácil cobrarle al magnate saudí. Pero no fue por eso que los investigadores se interesaron en esa misiva, sino porque allí se desnudaba parte de las operaciones de Pharaon en la Argentina.
El mismo valor le asignaron los diputados que integraron la Comisión antilavado, quienes incluyeron la carta en el anexo documental que acompañó la presentación de las distintas conclusiones de aquella investigación. En este punto es preciso detenerse en una aclaración: aunque la historia oficial recuerde a Elisa Carrió y sus cajas de extractos bancarios, lo cierto es que la inclusión del caso Pharaon en el informe final provocó un verdadero sismo entre los legisladores, que se fracturaron en cuatro minorías. La piedra del escándalo fue, cuándo no, una omisión: Carrió se negó a mencionar en su informe final las gestiones realizadas a favor de la construcción del Hyatt por el ex secretario de Turismo de Ricardo Alfonsín, Enrique Olivera. El detalle que alarmó a Carrió: al momento de la confección de las conclusiones de la Comisión, Olivera era el referente del ARI en suelo porteño.
Otra omisión sobre el caso Pharaon terminó de fracturar a los legisladores. Como ocurrió con Olivera, Carrió también se negó a incluir en sus conclusiones una historia que vinculaba al polémico banquero saudí con la construcción de un Club Med en Chascomús, la tierra natal del ex presidente Alfonsín.
Frente al silencio piadoso propuesto por la jefa del ARI –que siempre sintió afinidad por Alfonsín–, un grupo de legisladores incorporó el episodio en su propio informe de minoría. Con la firma de los entonces diputados Franco Caviglia, Carlos Soria y Cristina Fernández de Kirchner, en el capítulo 5 de ese trabajo se consignó que:
• En febrero de 1986, la presidencia de la Nación donó fondos a la intendencia de Chascomús para que esta comprara la estancia La Alameda.
• La intención era construir allí un aeródromo. Pero en noviembre de ese año, el Consejo Deliberante de la Ciudad aprobó la licitación que destinaba 26 hectáreas de ese predio para la construcción de un Hotel internacional.
• El único oferente fue la sociedad Hotel & Resorts International SA, que se había inscripto apenas un año antes con un modesto capital inicial.
• El síndico de esa compañía era Horacio Bernardo Rozemblum, un empresario que solía ostentar aceitados vínculos con Fernando y Guillermo Alfonsín, hermanos y funcionarios de Raúl.
• En distintos allanamientos a empresas relacionadas con el grupo Pharaon se hallaron constancias de negociaciones entre Rozemblum, las autoridades del Club Med y el magnate saudí para avanzar con dos proyectos hoteleros: la remodelación del Llao Llao de Bariloche y la construcción de un hotel de lujo en Chascomún. En ambos casos, el Med pretendía aplicar a la capitalización de deuda como forma de financiamiento.
Uno de esos documentos es un fax enviado el 15 de junio de 1988 por Luis Erize –uno de los directivos del Med Argentina– a sus jefes de París, Gilbert Trigano y Salomón Toledano. En esa comunicación, Erize reporta que la Subsecretaría de Política Económica que presidía Juan Sommer no había aprobado el sistema de conversión de deuda para el proyecto Llao Llao. El fax también detalló los términos de la reunión que mantuvieron el propio Erize y Giles Fournier –presidente del Med Argentina– con Javier González Fraga, Héctor Grimberg –abogado y apoderado de Pharaon en la Argentina– y un funcionario del BCCI no identificado. El objetivo de ese encuentro fue unificar los trámites necesarios para una presentación ante el BCRA. Según contó Erize, en esa reunión González Fraga informó al resto de los asistentes que todavía no había podido convencer a su amigo Sommer para que aprobase el proyecto de capitalización.
Con estas evidencias a la vista, ¿es posible considerar que González Fraga, como asesor financiero de Pharaon, no estuviera al tanto de las negociaciones por la construcción de un Club Med en Chascomús?
“A mí eso no me llegó, jamás escuché hablar de eso”, le contestó a Tiempo Argentino en la entrevista publicada el pasado domingo. Sin embargo, hace una década, cuando lo entrevisté para mi libro Banqueros, los dueños del poder, el economista ofreció otra versión.
Dijo que él no había estado involucrado directamente en el asunto, pero que se había enterado a través del propio Pharaon. “Estaba preocupado porque le habían dicho que la aprobación del Hyatt dependía de que saliera lo del Med de Chascomús”, me dijo. Y abundó: “Después lo llamé a Sommer –el funcionario que tenía a cargo la aprobación de los proyectos de capitalización– y me confirmó que efectivamente lo estaban presionando para que saliera la autorización. Le dije que iba a ser un escándalo y la cosa quedó en la nada.” Quizá los datos que le exhibí en aquel entonces antes de consultarlo sobre el affaire Med-Chascomús estimularon su memoria. Quizá haya sido el paso de los años. O quizá, como estudió la psicología, hay recuerdos traumáticos que ciertas personas preferirían mantener en el olvido más profundo. Sobre todo, en plena campaña electoral.
En la entrevista que Tiempo Argentino publicó el domingo 13, el candidato a vicepresidente de Ricardo Alfonsín desplegó una reseña defensiva plagada de olvidos y verdades a medias. Es preciso diseccionar las respuestas para determinar cuál es cuál.
El economista no miente cuando relata que en 1988 Pharaon lo contrató para “hacer un hotel con un sistema de capitalización de deuda que permitía el ingreso de dinero comprando bonos”. Se cuida de mencionar, eso sí, que se trató de la construcción del Hotel Hyatt, un polémico emprendimiento que provocó un verdadero escándalo en su época.
El propio González Fraga reconoce que después de aquella operación financiera, que él mismo ayudo a construir, Pharaon “fue acusado de lavado de dinero, pero –afirma– la investigación de acá no encontró nada. En ese proceso judicial yo no figuro ni como testigo”. Dos falacias al hilo: el expediente A 110/91, conocido como “caso Pharaon”, fue la piedra basal de las investigaciones que se llevaron a cabo en la Comisión parlamentaria que investigó el enjuague de dinero sucio en la Argentina. Y en ese expediente, González Fraga sí figura como testigo: declaró el 7 de octubre de 1992.
La mención de su nombre en el expediente, por cierto, no se agota en esa testimonial. “Como chisme –le respondió a Tiempo Argentino– puedo contar que me costó cobrarle la factura por mi trabajo y que en algún allanamiento aparecieron mis cartas reclamándole el pago.” En efecto, esa documentación hallada por los investigadores y fechada en marzo del ’89 ratifica que para el economista no fue fácil cobrarle al magnate saudí. Pero no fue por eso que los investigadores se interesaron en esa misiva, sino porque allí se desnudaba parte de las operaciones de Pharaon en la Argentina.
El mismo valor le asignaron los diputados que integraron la Comisión antilavado, quienes incluyeron la carta en el anexo documental que acompañó la presentación de las distintas conclusiones de aquella investigación. En este punto es preciso detenerse en una aclaración: aunque la historia oficial recuerde a Elisa Carrió y sus cajas de extractos bancarios, lo cierto es que la inclusión del caso Pharaon en el informe final provocó un verdadero sismo entre los legisladores, que se fracturaron en cuatro minorías. La piedra del escándalo fue, cuándo no, una omisión: Carrió se negó a mencionar en su informe final las gestiones realizadas a favor de la construcción del Hyatt por el ex secretario de Turismo de Ricardo Alfonsín, Enrique Olivera. El detalle que alarmó a Carrió: al momento de la confección de las conclusiones de la Comisión, Olivera era el referente del ARI en suelo porteño.
Otra omisión sobre el caso Pharaon terminó de fracturar a los legisladores. Como ocurrió con Olivera, Carrió también se negó a incluir en sus conclusiones una historia que vinculaba al polémico banquero saudí con la construcción de un Club Med en Chascomús, la tierra natal del ex presidente Alfonsín.
Frente al silencio piadoso propuesto por la jefa del ARI –que siempre sintió afinidad por Alfonsín–, un grupo de legisladores incorporó el episodio en su propio informe de minoría. Con la firma de los entonces diputados Franco Caviglia, Carlos Soria y Cristina Fernández de Kirchner, en el capítulo 5 de ese trabajo se consignó que:
• En febrero de 1986, la presidencia de la Nación donó fondos a la intendencia de Chascomús para que esta comprara la estancia La Alameda.
• La intención era construir allí un aeródromo. Pero en noviembre de ese año, el Consejo Deliberante de la Ciudad aprobó la licitación que destinaba 26 hectáreas de ese predio para la construcción de un Hotel internacional.
• El único oferente fue la sociedad Hotel & Resorts International SA, que se había inscripto apenas un año antes con un modesto capital inicial.
• El síndico de esa compañía era Horacio Bernardo Rozemblum, un empresario que solía ostentar aceitados vínculos con Fernando y Guillermo Alfonsín, hermanos y funcionarios de Raúl.
• En distintos allanamientos a empresas relacionadas con el grupo Pharaon se hallaron constancias de negociaciones entre Rozemblum, las autoridades del Club Med y el magnate saudí para avanzar con dos proyectos hoteleros: la remodelación del Llao Llao de Bariloche y la construcción de un hotel de lujo en Chascomún. En ambos casos, el Med pretendía aplicar a la capitalización de deuda como forma de financiamiento.
Uno de esos documentos es un fax enviado el 15 de junio de 1988 por Luis Erize –uno de los directivos del Med Argentina– a sus jefes de París, Gilbert Trigano y Salomón Toledano. En esa comunicación, Erize reporta que la Subsecretaría de Política Económica que presidía Juan Sommer no había aprobado el sistema de conversión de deuda para el proyecto Llao Llao. El fax también detalló los términos de la reunión que mantuvieron el propio Erize y Giles Fournier –presidente del Med Argentina– con Javier González Fraga, Héctor Grimberg –abogado y apoderado de Pharaon en la Argentina– y un funcionario del BCCI no identificado. El objetivo de ese encuentro fue unificar los trámites necesarios para una presentación ante el BCRA. Según contó Erize, en esa reunión González Fraga informó al resto de los asistentes que todavía no había podido convencer a su amigo Sommer para que aprobase el proyecto de capitalización.
Con estas evidencias a la vista, ¿es posible considerar que González Fraga, como asesor financiero de Pharaon, no estuviera al tanto de las negociaciones por la construcción de un Club Med en Chascomús?
“A mí eso no me llegó, jamás escuché hablar de eso”, le contestó a Tiempo Argentino en la entrevista publicada el pasado domingo. Sin embargo, hace una década, cuando lo entrevisté para mi libro Banqueros, los dueños del poder, el economista ofreció otra versión.
Dijo que él no había estado involucrado directamente en el asunto, pero que se había enterado a través del propio Pharaon. “Estaba preocupado porque le habían dicho que la aprobación del Hyatt dependía de que saliera lo del Med de Chascomús”, me dijo. Y abundó: “Después lo llamé a Sommer –el funcionario que tenía a cargo la aprobación de los proyectos de capitalización– y me confirmó que efectivamente lo estaban presionando para que saliera la autorización. Le dije que iba a ser un escándalo y la cosa quedó en la nada.” Quizá los datos que le exhibí en aquel entonces antes de consultarlo sobre el affaire Med-Chascomús estimularon su memoria. Quizá haya sido el paso de los años. O quizá, como estudió la psicología, hay recuerdos traumáticos que ciertas personas preferirían mantener en el olvido más profundo. Sobre todo, en plena campaña electoral.
Tiempo argentino
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Y qué esperabas?? Que haga "mea culpa" y se reconozca involucrado en esos negociados? Muy oportuno Alzheimer! Entre nos, los candidatos eligen cada vice......!!!
Sibaris.
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Y qué esperabas?? Que haga "mea culpa" y se reconozca involucrado en esos negociados? Muy oportuno Alzheimer! Entre nos, los candidatos eligen cada vice......!!!
Sibaris.
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