9 de junio de 2021

 

El peligro de los negacionistas de la pandemia

Las denuncias por mala praxis que acumulan los grupos antivacunas 

Antiderechos en todos los aspectos, también tienen en común un pasado de inhabilitaciones de matrículas y truchadas varias en sus clínicas o al frente de un aula, como el reciente caso de la profesora de Santa Cruz. Un hombre asegura que Mariano Arriaga, el oftalmólogo líder de "Médicos por la Verdad", lo dejó ciego en El Bolsón. 

Karina Micheletto

Concentrada ahora en la campaña "traigan más vacunas" (o en sus variable "no llamaron a Pfizer para hacer la ley"), la oposición dejó de lado por el momento las anteriores y antagónicas: "la vacuna es veneno", "infektadura", "no nos encierren más". Sin embargo siguen muy activos los grupos que convergían en sus marchas en todo el país: militantes negacionistas, contra el aislamiento, las vacunas y los barbijos. Una expresión reciente fue la docente secundaria de Santa Cruz que sostenía que la covid no existe ante adolescentes y sus familias, ya separada de su cargo y con un sumario abierto por atentar contra la salud pública. 

Hace poco también fueron noticia los autodenominados Médicos por la Verdad, que terminaron presos tras convocar a una marcha en el Monumento a la Bandera, en pleno aislamiento. Página/12 rastreó cómo, además de ser antivacunas, antiderechos en general y anti IVE en particular, están vinculados a la derecha radical, como ocurre en todo el mundo. Pero estos médicos tienen otra característica en común: vienen de recorridos más que dudosos en sus prácticas clínicas previas y acumulan denuncias por mala praxis y truchadas varias. Algunos tienen sus matrículas inhabilitadas y muestran extraños recorridos por diferentes provincias para ejercer su profesión; muchos dejaron de ejercer aunque siguen anteponiendo su título al presentarse.

Al frente de su cruzada negacionista, han cosechado preocupantes apoyos institucionales. Llegaron a dar charlas en escuelas y en una comisaría de Salta. En Resistencia, hasta fueron recibidos por el intendente de la capital de Chaco y declarados de interés cultural; en Saenz Peña les abrieron el Consejo Deliberante para que promuevan un "debate". Tras pagar una fianza de 200 mil pesos, ahora están obligados judicialmente a no volver a hacer manifestaciones púbicas, aunque siguen encontrando la manera de hacerse visibles en las redes. 

Al frente del aula

A la abogada Rosa Razuri el Consejo de Educación de Santa Cruz ya la separó preventivamente de su cargo al frente de la materia "Formación Etica y Ciudadana" en la escuela industrial N° 7 de Las Heras, y se le inició una investigación sumaria. Su caso se hizo conocida luego de que se viralizara una reunión de padres por zoom, en la que los padres la increpaban: "¡usted no puede, no debe decirle a mi hija que el covid no existe!". Como respuesta, la mujer trataba de "inmaduras" y "atrevidas" a las madres, y les explicaba que "la gente se enferma de neumonía, pero no los tratan por la neumonía. Los tratan de la covid que no existe, por eso se están muriendo."

En esa reunión Razuri llegó a afirmar que "las vacunas se hacen con bebés abortados vivos", aggiornando una fake de larga data.  

Razuri es ex candidata del PRO y en 2018 estuvo a punto de asumir la conducción del partido a nivel provincial, que finalmente fue intervenido. En Las Heras es una activa militante anti IVE y actualmente integra el partido NOS, de Juan José Gómez Centurión, en un patrón de derecha que se repite en otros antivacunas.

"Hay un comportamiento irresponsable, por fuera de la ética y de cualquier recomendación didáctica y pedagógica en el tratamiento de los contenidos, al vincular un negacionismo que va en contra de la salud pública con un supuesto concepto de libertad", ubica las causas del sumario la titular de Educación de la provincia, Cecilia Velázquez, en diálogo con Página/12

Rosa Raruzi.

El suyo sería un caso de mala conducta o mala praxis docente, con el agravante del "particular rol de guía o referente que asume quien está frente a un grupo de adolescentes, con la importancia del vínculo de confianza pedagógico que se establece en esa etapa", señala Velázquez. "Es notorio también el maltrato y destrato hacia las familias que plantean la disidencia frente a la ignorancia con la que se conduce la profesora en el tratamiento del tema covid", observa. 

Al frente del consultorio

"Cuando me contaron que en la televisión estaba saliendo Mariano Arriaga, se me puso la piel de gallina", dice Carlos Cipriano Valle, desde El Bolsón. Este hombre de 49 años está ciego desde los 27. Asegura que es por causa de Mariano Arriaga, el líder de "Médicos por la Verdad", que en una operación le cortó el nervio óptico.

"Yo vivía en el campo, en Rinconada de Nahuelpan, trabajaba sacando leña con motosierra. Ya había tenido un transplante de córnea en el ojo izquierdo, tenía una pensión de discapacidad por Pami y me hicieron una prótesis de vidrio, me quedé con el ojo derecho bueno solamente. Un día, cortando madera, me dio un ramazo en el ojo, no le di importancia hasta que me empezó a doler". 

Valle relata que Arriaga lo operó en la clínica Andes de Bolsón (ya no funciona como tal, ahora es un hogar de adultos mayores). "En los controles yo le iba diciendo que iba perdiendo la visión, él me decía no, es por la medicación que te pongo en el ojo. Hasta que un día, a las 3 de la mañana, me quise levantar a prepararle la mamadera al varón, que tenía un añito, y no ví más", recuerda.

El relato de Valle culmina con una derivación de urgencia a Buenos Aires, donde le confirmaron el diagnóstico de rotura del nervio óptico, y la evidencia de mala praxis. Hizo la denuncia ante Pami, pero no pudo iniciar la demanda judicial. "Yo no tenía plata y todo era muy complicado, todos los papeles estaban en Roca, la historia clínica iba y venía. Pero fue sabido que Arriaga me dejó ciego, me lo dijeron varios médicos, que había hecho una barbaridad. No solamente fui yo, mucha gente tuvo problemas acá. Yo hablé mucho, lo denuncié mucho. Por eso se tuvo que ir de Bolsón".

Como ya contó Página/12, este médico oftalmólogo tuvo que cumplir una probation por truchar una operación en Ushuaia: simuló una intervención y pasó los honorarios a la obra social DIBA, pero al paciente solo le hizo un pinchazo. Luego de eso, se mudó a El Bolsón, donde compró una casa. Luego de la denuncia de Valle, volvió a cambiar de provincia, en una errática carrera que se refleja en la acumulación de matrículas. 

Carlos Valle.

Matrículas

La matrícula profesional de Mariano Arriaga muestra un particular recorrido que lo llevó a sumar habilitaciones en CABA, Tierra del Fuego, Chubut y Río Negro. En otros casos, como Leonardo González Bayona, hay inhabilitación permanente para ejercer en la provincia de Buenos Aires, o temporaria, como la de Alejandra Chiappano. Ambos son fervientes impulsores de la cruzada negacionista.

González Bayona era uno de los oradores estrella de las marchas organizadas por la oposición, antes del cambio discursivo de Cambiemos, también conocido en las redes por sus arengas contra los testeos y los barbijos. Actualmente Facebook cerró su cuenta porque difundía información falsa sobre la covid.

Al igual que la más mediática Chinda Brandolino --que fue una de las más aguerridas expositoras celestes en el debate por la sanción de la IVE-- la médica Chiappano tuvo su exposición en Diputados. En su caso, fue contra el proyecto de ley de vacunas, en 2018. Allí los representantes del pueblo escucharon que la médica estaba “preocupada por los niños dañados a causa de la vacunación”, y convencida de que "están inyectando mercurio y aluminio en nuestro sistema nervioso central”.

Los recorridos clínicos previos de estos médicos son extraños y erráticos, todos parecen acumular mudanzas y cambios de matrículas por provincias. Ahí es donde entra a tallar la falta de control de los colegios médicos, asegura Gabriela Covelli, una de las impulsoras del proyecto de Ley Nicolás, que ya está en el Congreso, y que apunta, justamente, a la creación de un registro público de matriculación y revalidación de especialidades de profesionales de la salud, para que se transparenten y detecten situaciones como estas.

"Hoy lamentablemente vemos que se repite este patrón de conducta por parte de los colegios médicos en los casos de mala praxis. Los médicos se van mudando, inhabilitan su matrícula o la cancelan y se mudan a otro lugar, donde vuelven a ejercer", dice Covelli. "Desde otro punto de vista es llamativo que un médico tenga su matrícula activa en cuatro jurisdicciones distintas y alejadas, lo que implicaría una potencialidad de trabajo titánica. Sería prudente y hasta obligatorio que los colegios médicos procedan en estos casos a los sumarios correspondientes. Pero los colegios parecen más preocupados en cobrar su cuota que en ejercer un control serio en este sentido". 

Emprendedores

Hubo emprendimientos a los que la pandemia favoreció. El de Mariano Arriaga es uno de ellos. Este hombre encontró una veta para dejar atrás el ámbito clínico en el que ya empezaban a acumularse las acusaciones, para reconvertirse a fuerza de misticismo. 

Se contactó con Médicos por la Verdad, una organización negacionista creada en España, y con la facilidad de un nombramiento automático se erigió en presidente de Médicos por la Verdad Argentina. Comenzó entonces una "cabalgata por la verdad" recorriendo el país con un grupo de "Aliados de la gloria", con el que se dedicó a difundir el mensaje anti vacunas y negador de la pandemia pueblo por pueblo y plaza por plaza. Cuando llegó a Mendoza y su desierto, cambió los caballos por una 4 x 4, y de Rosario en adelante (el próximo destino fijado era Córdoba) llamaba a hacer la "caminata 400 kilómetros de libertad". Aunque el traspié legal alteró los planes. 

Arriaga en Bariloche.

Con mayor o menor éxito de convocatoria según los casos, las charlas de Arriaga encontraron a veces un límite legal, como en Cachi o en Tucumán, donde no lo dejaron hacer reuniones violatorias del aislamiento. 

"Nuevamente pretenden encerrarnos. No podemos permitir con el falso argumento de una pandemia inventada se genere un control a la población de la república. Ni que se nos diga que para salir de esta pandemia es indispensable una vacuna que es experimental y transgénica", denunció entonces. Y tiró líneas de acción: "Proponemos aumentar el brillo, decir un no desde la paz, pero empoderados desde nuestra propia verdad. Una desobediencia al miedo y un empoderamiento desde tu mejor versión. Vos sos el soberano de tu vida y de tu patria. Hoy vamos a empezar a cambiar el planeta". 

Increíblemente, en algunas provincias como Jujuy y Salta, lo invitaron a escuelas para que fuera a dar sus charlas negacionistas. Y en Coronel Moldes, Salta, fue a dar una capacitación a la comisaría. 

Con respaldo institucional

En otras paradas, los Aliados de la Gloria hasta encontraron respaldo institucional. El 7 de mayo el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, declaró su trabajo negacionista "de interés cultural". "Nosotros como gobierno pretendemos respetar y dar lugar a todas las opiniones, porque creemos que es la forma en la que hay que construir. Quisimos hacer este instrumento para que ustedes lo tengan como respaldo del gobierno, si bien es de una ciudad, de seguro va a ser últil para lo que están haciendo", dijo el intendente en el acto en el que hizo entrega de la resolución. Fue en la municipalidad, con foto, medalla y beso. Barbijo, no. 

Martínez --que llegó a la intendencia con el frente Corriente Encuentro por Resistencia-- recibió a la comitiva negacionista a través de las gestiones de la exdiputada y concejal radical de alto perfil antiderechos Clelia Avila, que en 2017 fue denunciada penalmente por el gobierno chaqueño como instigadora del ataque a mujeres en la plaza central de Resistencia, al final del 32º Encuentro Nacional de Mujeres.

En la vecina Roque Sáenz Peña, les abrieron el Consejo Deliberante para que encabecen un "debate" en plena sesión, que luego difundió en las redes: "generando conciencia sobre la falsa pandemia, sobre el uso del barbijo y el ineficaz tratamiento de los sanos".

En su paso por el oeste chaqeño, rumbo a Santiago del Estero, la comitiva sumó a Juan Domingo Schahovskoy, docente jubilado y concejal de la localidad de Las Breñas, otro conocido terraplanista de la zona que terminó imputado en Rosario. Este ex preceptor logró que en su localidad se aprobase un proyecto de declaración de su autoría que solicitaba al gobierno nacional que se impulsasen ensayos clínicos con el dióxido de cloro.

Patriota antivacunas

Arriaga se presenta con look telúrico, boina roja, bombachas, mate en mano. Habla con tono de Claudio María Dominguez y mezcla citas del Martín Fierro y Mandela, la Madre Teresa y Krishnamurti. Ensambla referencias místicas y nacionalistas, llamó a su gesta "Aliados de la gloria" por el verso de la Marcha de San Lorenzo. Muchos de sus seguidores y seguidoras --sobre todo femeninas-- adoptan la boina como símbolo de pertenencia. 

En sus conferencias asegura que Bill Gates dijo que había que matar a un 90 por ciento de la población mundial, que esto se ensambla con la vacuna y con el aborto, que también mata a la población. "Si a vos te parece que acá no tenés argumentos para darte cuenta, será que nacimos en planetas distintos, hermano. Seguí usando el barbijo", chicanea. 

Repite como un mantra lo que otros negacionistas: que la covid no existe porque "el virus no pudo ser aislado", que a los cadáveres no se les hace autopsia y por tanto no se confirma de qué murieron.

Mientras lo dejaron, con su gente fue recorriendo todo el país y ocupando el espacio público vedado para el resto. Aunque minoritarios, estos grupos cuentan con una organización que extiende conexiones dentro y fuera del país. Y sus discursos se ensamblan peligrosamente con los de una oposición política y mediática dispuesta a minar cualquier medida que adopte el gobierno (incluidas las de cuidado) a como de lugar. 

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