Pablo Moyano: El Secretario de Trabajo "Julio Cordero nos cagó"
Pablo Moyano, co-secretario general de la CGT y líder de los camioneros, denuncia las injusticias y agresiones del gobierno de Javier Milei contra los trabajadores, abriendo un frente de lucha sindical sin precedentes en la Argentina contemporánea.
Las políticas neoliberales de Javier Milei han desencadenado un conflicto profundo con la CGT, que denuncia intentos de ajuste salarial, modificaciones de convenios colectivos y una indiferencia alarmante ante las demandas laborales. Pablo Moyano se posiciona al frente de esta resistencia, señalando las fallas y abusos del gobierno.
La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina está en pie de guerra contra las políticas del gobierno de Javier Milei. En un contexto de crisis y ajuste, Pablo Moyano, co-secretario general de la CGT y líder del Sindicato de Camioneros, se ha convertido en la voz más resonante de la oposición sindical. En una reciente entrevista en El Destape, Moyano no escatimó en críticas hacia las medidas económicas y laborales del gobierno, calificándolas de ataques directos contra los derechos de los trabajadores.
La situación de los recolectores de basura en la ciudad de Buenos Aires es un claro ejemplo del deterioro en las condiciones laborales. "No es que hay un conflicto, sino que los trabajadores y trabajadoras de la recolección están trabajando como marca el convenio: caminando, y no corriendo tras el camión," explicó Moyano. Esta medida, adoptada como una forma de protesta, ha provocado la acumulación de residuos en varios barrios, responsabilizando a las empresas por no invertir en seguridad y mantenimiento de los camiones. La propuesta del gobierno de estatizar a los trabajadores de grúas y cambiar su convenio colectivo es vista por Moyano como un intento de ajuste y precarización.
Moyano también se refirió al Consejo del Salario, criticando la reciente reglamentación del impuesto a las ganancias que afecta a cerca de un millón de trabajadores. "Mientras los funcionarios del gobierno en la pandemia estaban escondidos, los camioneros arriesgaban su vida llevando la vacuna, alimentos y recolectando residuos. Hoy nuevamente son castigados," afirmó. Esta política es vista como una traición a los trabajadores esenciales que mantuvieron al país en funcionamiento durante la crisis sanitaria.
La estrategia de dialogar con el gobierno ha sido cuestionada por Moyano, quien considera que no sirve de nada. "No voy a asistir a una reunión con el Secretario de Trabajo, porque después nos van a cagar," declaró con contundencia. La reciente reglamentación del impuesto a las ganancias, pese a las protestas sindicales, confirma su escepticismo hacia las intenciones del gobierno. "El señor Secretario de Trabajo, Julio Cordero, nos convocó a una reunión que fue solo para la foto, y al final nos cagó. Reglamentaron el impuesto a las ganancias pese a nuestro reclamo."
El Consejo Directivo de la CGT, según Moyano, está dividido en cuanto a la estrategia a seguir. Algunos abogan por el diálogo, mientras que otros, liderados por Moyano, proponen confrontar directamente al gobierno. La reglamentación del impuesto a las ganancias ha sido un punto de inflexión, exacerbando la tensión y la desconfianza hacia las autoridades.
El ajuste y la precarización laboral no son los únicos puntos de conflicto. Moyano denunció también la injerencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Embajada de Estados Unidos en la política argentina, acusándolos de apoyar las medidas de Milei. "Hay una alianza entre el FMI y la Embajada de Estados Unidos para darle una mano al gobierno de Milei. Si hay algo que yo no le voy a dar, es la mano," subrayó Moyano, reafirmando su compromiso con la resistencia.
La visita de diputados de La Libertad Avanza a genocidas condenados fue otro tema de indignación para Moyano. "Es totalmente repudiable. En nombre de la libertad, estos asesinos deberían pudrirse en la cárcel," expresó con vehemencia, apoyando el pedido de Unión por la Patria de repudiar esta acción en la Cámara de Diputados.
El panorama económico y laboral es sombrío. La recesión, los despidos y el cierre de empresas afectan a múltiples sectores, desde la industria automotriz hasta los textiles. Moyano señaló que el Consejo Directivo de la CGT debatirá cómo enfrentar estas políticas en su próxima reunión. "Seguramente va a haber un debate sobre cómo seguimos con el plan de lucha que se aprobó en enero," adelantó, mencionando posibles movilizaciones y paros generales.
La postura de Moyano es clara: la estrategia de diálogo ha fracasado y es hora de confrontar directamente al gobierno. La lucha por los derechos laborales se intensifica en un contexto donde las políticas neoliberales de Javier Milei buscan desmantelar los logros históricos de los trabajadores argentinos. La CGT, bajo el liderazgo de Moyano, se prepara para una batalla que definirá el futuro del trabajo y la justicia social en Argentina.
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