Echaron a un dirigente de La Libertad Avanza por denunciar irregularidades en la entrega de asistencia
El ex coordinador territorial de La Libertad Avanza en Rosario, Rolando Stábile, ha destapado una serie de irregularidades en la distribución de donaciones prometidas por el gobierno de Javier Milei. Con solo mil prendas entregadas de las diecisiete mil previstas, y la inexplicable desaparición de las restantes, las acusaciones apuntan a una gestión caótica y corrupta. Este escándalo no solo amenaza con erosionar la confianza en el gobierno de Milei, sino que expone la fragilidad de una administración que se muestra incapaz de cumplir con sus propias promesas.
El gobierno de Javier Milei, que se presentó como una alternativa radical y fresca a la política tradicional argentina, está comenzando a mostrar grietas significativas que podrían desmoronar su base de apoyo. En el centro de la tormenta se encuentra Rolando Stábile, ex coordinador territorial de La Libertad Avanza en Rosario, quien ha denunciado públicamente un escándalo de corrupción y mala gestión que pone en jaque la credibilidad del gobierno.
Stábile relató en una entrevista con El Destape 1070 cómo la Secretaría de la Presidencia, encabezada por Karina Milei, hermana del presidente, entregó solo mil prendas de las diecisiete mil que debían ser distribuidas como parte de una donación. Esta gestión irregular y aparentemente desordenada ha levantado sospechas sobre el paradero de las prendas restantes, especialmente cuando se descubrió que unas cinco mil prendas fueron a parar a un comedor vinculado estrechamente con figuras de confianza dentro del partido, como David Malaguarnera y la sobrina de Juan Pablo Montenegro, apoderado de La Libertad Avanza.
La denuncia de Stábile es más que un simple reclamo administrativo. Es un grito de alerta sobre el potencial colapso moral dentro de La Libertad Avanza. En sus declaraciones, Stábile se mostró incrédulo ante la posibilidad de que Karina Milei estuviera al tanto de la situación, insinuando que la información podría estar siendo ocultada deliberadamente tanto a ella como al presidente Milei. Esta falta de transparencia y la ineficacia para resolver los problemas internos evidencian un gobierno que, lejos de estar a la altura de sus promesas, se sumerge en prácticas que emulan lo peor de la vieja política que tanto criticaron.
El relato de Stábile se vuelve aún más oscuro cuando cuenta cómo sus intentos por hacer llegar esta información a los niveles más altos del gobierno fueron ignorados. "Realizamos distintos reclamos pero pasaron 50 días y no obtuvimos respuestas", señaló. Esta inacción no solo muestra la falta de estructura en el gobierno, sino también un desprecio preocupante por las preocupaciones legítimas de los militantes y coordinadores que, en teoría, deberían ser el corazón y el motor del movimiento libertario.
La situación llegó a su punto crítico cuando, en lugar de recibir apoyo o al menos una explicación, Stábile fue abruptamente expulsado del partido. "Me echaron de LLA por realizar los reclamos y pedir explicaciones", afirmó, dejando en claro que el precio de la lealtad en La Libertad Avanza es el silencio ante las irregularidades. Este giro de los acontecimientos plantea serias preguntas sobre la verdadera naturaleza de la gestión Milei: ¿es esta una administración que tolera la corrupción y castiga a quienes intentan corregir el rumbo?
La respuesta oficial del gobierno ha sido el silencio, una estrategia que solo ha avivado las llamas de la controversia. Mientras tanto, Stábile ha continuado sus denuncias, sugiriendo que esta situación no es un simple malentendido, sino un síntoma de un problema mucho más profundo. "Nos hemos convocado para aportar para el país y apoyar al presidente. No para esta gente que no la votamos", declaró, subrayando el desencanto creciente entre los seguidores más fervientes de Milei.
La crisis en La Libertad Avanza no es solo un problema de logística o de malentendidos internos. Es una señal de alerta sobre cómo se está gestionando el país bajo el mando de Javier Milei. Las promesas de cambio y transparencia se desmoronan frente a la realidad de un gobierno que, a juzgar por estas denuncias, podría estar repitiendo los mismos vicios que juró erradicar.
La supuesta falta de estructura y la improvisación no pueden ser excusas cuando se trata de gestionar los recursos del Estado y cumplir con las promesas hechas al pueblo. Este episodio, lejos de ser un caso aislado, podría ser el primero de muchos que comiencen a revelar la verdadera cara de un gobierno que, en su afán de presentarse como distinto, está cayendo en los mismos errores del pasado.
La confianza en La Libertad Avanza y en Javier Milei está en juego. Las acciones que tome el gobierno en las próximas semanas serán cruciales para determinar si este escándalo será el principio del fin de su credibilidad, o si, por el contrario, logrará limpiar su imagen y demostrar que realmente es capaz de hacer las cosas de manera diferente.
En Orsai
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