El patrón del ajuste: La fortuna secreta del diputado más rico de Argentina
Romina Diago, esposa del jefe del bloque del PRO, aparece vinculada a un entramado financiero que incluye fideicomisos en Florida y sociedades en paraísos fiscales, mientras las declaraciones patrimoniales omiten detalles clave
(Por Santiago Ríos) El jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, no solo es conocido por ser el legislador más rico de Argentina, sino también por las serias dudas que rodean la transparencia de su fortuna. Un reciente análisis de documentos confidenciales, vinculados a las filtraciones de Pandora Papers, revela un intrincado sistema de sociedades offshore y fideicomisos en Estados Unidos y paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas. Estas maniobras involucran directamente a su esposa, Romina Aldana Diago, y arrojan preguntas incómodas sobre la ética y legalidad de sus declaraciones patrimoniales.
La información expuesta por la Unidad de Investigación de elDiarioAR, en colaboración con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), reconstruye una telaraña financiera diseñada para adquirir propiedades en Miami. Este esquema parece hecho a medida para esquivar controles fiscales, todo bajo la supervisión de abogados y asesores especializados en la creación de estructuras opacas.
En el corazón de este entramado está Warwick Trust, un fideicomiso creado en 2014 en Florida por Romina Diago, que administra bienes registrados a su nombre. Este fideicomiso es la piedra angular de Sunstar Point Ltd., una sociedad offshore radicada en las Islas Vírgenes Británicas que controla propiedades en Florida valuadas en más de 2,6 millones de dólares. Diago aparece como beneficiaria final de estas estructuras, aunque los documentos de las sociedades no figuran en las declaraciones patrimoniales de Ritondo.
La complejidad de estas operaciones no es casual. Sunstar Point Ltd. posee una cuenta bancaria en Tampa, Florida, y está diseñada para proteger el anonimato de los verdaderos beneficiarios. Incluso en su momento, los abogados de Diago aportaron documentación detallada que incluía pasaportes y cartas de referencia bancaria para activar la sociedad. Estas estrategias suelen estar vinculadas a la evasión fiscal y a prácticas que bordean la ilegalidad.
En 2018, ya como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ritondo sumó otro elemento inquietante al esquema: una dirección física en el lujoso condominio Beachwalk Condominium en Hallandale Beach, Florida. Esta propiedad, valuada en casi 500.000 dólares, forma parte de una red de inversiones difícil de rastrear, gracias al uso de compañías pantalla como Ilustre LLC y Bonita Holdings 39 LLC, registradas en Delaware, otra jurisdicción conocida por su opacidad.
Aunque los funcionarios públicos tienen la obligación de declarar el patrimonio de sus cónyuges, una resolución de 2012 permite que los bienes a nombre de las parejas queden bajo reserva. Este resquicio legal permite que el entramado financiero de Diago y Ritondo pase desapercibido ante los organismos de control. En sus declaraciones juradas entre 2018 y 2023, Ritondo reportó un crecimiento patrimonial de 1.709%, pero no incluyó ninguna referencia a las sociedades y propiedades vinculadas a su esposa.
La falta de transparencia no es solo una cuestión legal, sino también ética. Mientras Ritondo acumula propiedades e inversiones a través de estructuras financieras cuestionables, el gobierno de Javier Milei, con el que mantiene una estrecha alianza, impulsa un ajuste feroz que precariza la vida de millones de argentinos. Este contraste entre la ostentación de la clase política y el sufrimiento del pueblo refuerza la percepción de que las élites se benefician de privilegios inaccesibles para la mayoría.
La omisión maliciosa de bienes en las declaraciones juradas es un delito con penas de prisión excarcelables. Sin embargo, el matrimonio Ritondo-Diago parece operar con la tranquilidad de saber que los controles en Argentina son laxos y que el blindaje político del PRO los protege de mayores consecuencias.
El equipo periodístico de elDiarioAR intentó obtener una respuesta directa del diputado y su esposa, pero tras 10 días de espera, el silencio fue la única respuesta. Esta falta de rendición de cuentas solo incrementa las sospechas sobre la verdadera dimensión del patrimonio familiar y la legitimidad de su origen.
El caso de Ritondo no solo expone un posible caso de corrupción personal, sino que es un espejo de las contradicciones del modelo de ajuste neoliberal que impulsa Javier Milei. Mientras se recortan programas sociales y se eliminan derechos conquistados por décadas, los aliados del gobierno parecen prosperar en las sombras, acumulando fortunas que no resisten el menor escrutinio ético.
La pregunta de fondo no es solo cómo Ritondo y su esposa lograron construir este entramado financiero, sino también cómo la sociedad argentina permite que figuras públicas de alto perfil operen al margen de las leyes que ellos mismos promueven. La urgencia de un cambio que priorice la justicia social y la igualdad ante la ley nunca fue tan evidente.
EN ORSAY
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