30 de septiembre de 2025

El financiamiento narco bajo la lupa

La revelación de un exarmador de Espert: "Estaban desesperados por ver una moneda"

José Bonacci, exconcejal rosarino, dirigente del partido UNITE y armador político de la campaña de 2019 del actual diputado explicó qué pasó con los aportes privados durante los cierres de listas des hace seis años.

¿Nunca una buena para nosotros? Qué cosa, che. Está complicado”, rompió el silencio el exconcejal rosarino y dirigente del partido UNITE, José Bonacci. La afirmación, cargada de resignación, no es casual: lo hizo tras ser consultado sobre los presuntos vínculos que tiene el actual diputado y cabeza de lista de La Libertad Avanza, José Luis Espert, con el narcotraficante “Fred” Machado, ni más ni menos que durante la campaña del 2019 en la que él fue su armador político.

Bonacci se desligó completamente de la relación con Machado: “Yo en realidad al inicio de la campaña no estaba presente. Conforme a lo que informa Hernán Lacunza (periodista que dio a conocer la noticia de una transferencia de 200 mil dólares de Machado a Espert), que en febrero se hubiese juntado con Machado, yo en ese momento no estaba”.

    El armador político explicó que recién apareció en los círculos de Espert días antes del cierre de listas para “salvarlo” de la proscripción, ya que en aquel momento no tenía un sello con el que llegar a las PASO.

    “Yo tuve una responsabilidad política de presentar candidaturas, presentar las boletas, distribuirlas. Para eso se usan recursos estatales. Recibimos los recursos que prevé el Estado y se volcaron a la impresión y distribución de boletas electorales”, explicó Bonacci, que dijo nada tener que ver con aportes privados.

    De hecho, fue contundente al aclarar que “previo a eso” (a su llegada), Espert “ya había recorrido todo el país”. “Esa parte, la tarea de aportes privados, que nosotros no recibimos en el partido, no la hicimos. Si hubo aportes privados, y en cierta forma me consta que estaban, corrían por cuenta y orden de Nazareno Etchepare, que fue quien trajo al aportante de campaña”, lanzó.

    El mismo Etchepare al que acusó de ser el “gestor de esa reunión con Machado”. “Fue el responsable de todo esto. La campaña es aquel segmento de manejo de fondos que maneja el partido en función de aportes que deben ser declarados. Si vas a la declaración del 2019, no hay tales aportes privados. Si existieron, estuvieron por fuera de la lógica legal”, denunció.

    Y añadió: “Este avión (de Machado) que se utilizó (por Espert para un vuelo privado), el famoso avión, nunca me dijeron que lo estaban usando. No podíamos hacerlo figurar como un aporte de campaña cuando tal cosa no existía. Es muy común. Hubo muchos grados de desprolijidad en ese momento”.

    Luego, dijo que si bien Espert tenía la obligación de declarar los aportes para su campaña personal, no lo hizo: “Cuando se va a la elección, va el partido. Pero existe la posibilidad de declarar gastos de promoción de candidatos por fuera de lo partidario. Creo que solo Massa lo declaró. Porque la campaña se hace en 30 días, pero imponer una imagen, que es lo que prevé la ley, se puede hacer aparte. Eso no lo hicieron. Fueron, son, muy desprolijos”.

    ¿Por qué pasó esto? Para Bonacci tiene que ver con una lógica de rentabilidad: “Nazareno decía que él estaba en condiciones de conseguir aportes por intermedio de amigos que tenían en Estados Unidos. Yo nunca participé de ningún encuentro con Machado. Yo y nuestro partido colaboré saltar la proscripción de último minuto. Y cuando empezamos a transitar las candidaturas, percibimos cierto grado de desesperación por los aportes de campaña”.

    Estaban desesperados por ver una moneda. Ante eso, tomamos la previsión de dedicarnos solo a lo político y a los aportes estatales de campaña, que se rindieron en la totalidad. Pero no nos metimos en ese lugar para no cometer el lugar que cometen los liberales, porque hay mucha imprevisión respecto a con quién se sientan a tomar café y de dónde vienen la moneda que usan para campaña”, afirmó.

    Luego, concluyó: “Nosotros no nos sentamos a una mesa de café en la cual estábamos incómodos. Yo los veo. A Spagnuolo yo lo conocí en campaña. Y el tipo estaba desesperado por hacer una moneda, lo decía. Decía que tenían que darle un cargo. Quería una moneda, no importaba cómo ni de qué manera. Y hay muchos dirigentes. Así como cuando no hay pasión se termina monetizando la acción, cuando no son cuadros políticos o no son militantes, se hace política con el fin de hacer una moneda. Es un cuadro que veo mucho en los militantes liberales”. 

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