El mercado festejó el triunfo de Milei comprando más dólares
Los activos financieros argentinos experimentaron una importante recuperación de precios, tantos los bonos de la deuda pública como las acciones de las empresas privadas. La respuesta al inesperado triunfo electoral del oficialismo no alteró, sin embargo, una percepción que sigue firme: el dólar está atrasado y esperan un salto del tipo de cambio.
También figura como eje central en todos los informes elaborados por los bancos, fondos de inversión y las agencias económicas, que consideran como la única garantía para hacer frente a los servicios de la deuda pública y evitar un default a corto y mediano plazo.
La suba de los bonos más representativos de la deuda pública, 14,2% el AL30 (Bonar de legislación nacional) y 11,4% el GD30 (Global de legislación extranjera) en divisas, permitió que se desplome el tipo de cambio financiero que cayeron 6,3% el MEP a 1.451,73 pesos y el CCL a 1.467,85 pesos.
Pero en el mercado oficial de cambios la divisa arrancó en un piso de 1.380 pesos y peleas poco volumen operado, de 300 millones de dólares, terminó demandado y en 1.435 pesos, mientras en futuro se operaron 1.857 millones con tasa negativa para este mes pero todavía por encima de la banda de flotación en los contratos a partir de diciembre.
Este cierre estuvo acompañado de una nueva suba de tasas en pesos en un mercado en el que el BCRA mantiene todavía encajes superiores a 50%, es decir que de cada dos pesos de depósitos en los bancos del sistema hay más de uno que queda inmovilizado restando liquidez a la economía.
La tasa de caución a 1 día, que utiliza el sistema para administrar la liquidez ante la falta de instrumentos del Banco Central, tocó tipos de 90% demostrando que aún con esos rendimientos en pesos el mercado no se desprende de dólares por la expectativa de una devaluación, alentada por informes de distintsa consultoras incluso del JP Morgan, ahora convertido casi en un agente financiero del Gobierno argentino, que estimó el valor de la divisa en 1.700 puntos, una cotización similar a la que planteó el consultor argentino Orlando Ferreres.
En ese contexto de tasas altas y presión sobre el dólar, la Secretaría de Finanzas, todavía a cargo del designado canciller Pablo Quirno, convocó a una licitación para renovar deuda que se concretará este miércoles con la novedad de que el Tesoro buscará colocar títulos Lecap a tasa fija a octubre de 2026 y abril de 2027.
La renovación de deuda debería ser más factible después del resultado electoral, pero ya en la última licitación el equipo económico no convalidó las tasas de interés que pedía el mercado, apenas un escalón por encima de las que operaron este lunes.
El mercado festejó, pero avisó que las demandas siguen y que no hay esta vez ni luna de miel ni período de gracia y que, si no se percibe una corrección ordenada, igual puede llegar.
El Destape



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