Estados Unidos asume el control económico del gobierno de Milei y nace el "Carry Bessent"
El Tesoro de Estados Unidos vendió dólares contra pesos en el mercado oficial de cambio argentino, en una decisión que intenta generar una estabilidad cambiaria hasta las elecciones de octubre pero que deja al país vulnerable y sin capacidad de negociación frente a los planteos de Washington.
El plan de salvataje al administración de Javier Milei se inició este jueves con la intervención directa del Gobierno de Estados Unidos en el mercado de cambios oficial argentino, con una venta estimada entre 100 millones y 200 millones de dólares, y una declaración del secretario del Tesoro, Scott Bessent, sobre cómo será la política cambiaria, en un nivel de intervención en los asuntos internos que nunca antes se había registrado en el país.
La intervención directa fue necesaria después de fracasar la teoría de “caminar juntos”, adjudicada John Pierpont Morgan, de que sólo las declaraciones de apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su secretario Bessent iban a ser suficientes para estabilizar el mercado argentino.
El Tesoro de Estados Unidos a través del banco Santander, que confirmó la operación, y aparentemente otros intermediarios financieros, vendió en el mercado argentino entre 100 millones y 200 millones de dólares, sobre un total operado de 400 millones de dólares, lo que permitió bajar el precio de la divisa. Primero el Santander comunicó que había intervenido en nombre del Tesoro de Estados Unidos y luego Bessent publicó un posteo en la red social X donde brindó las precisiones sobre cómo continuará la política monetaria argentina.
No es la primera vez que se realizan este tipo de operaciones a nivel global. Estados Unidos, Europa y Japón coordinaron operaciones cruzadas para dar estabilidad a las monedas en contexto de crisis financieras o depreciaciones que amenazaban con generar guerras comerciales. En ningún caso se trató de rescates a una administración que como la de Javier Milei enfrenta un proceso electoral en medio del descontento social por las políticas de ajuste y una crisis financiera generada por las decisiones de no acumular reservas y sostener artificialmente la valuación de la moneda.
Bessent explicó la intervención porque “la comunidad internacional –incluyendo el FMI– está unida detrás de Argentina y su estrategia fiscal prudente, pero sólo Estados Unidos puede actuar con rapidez” y dijo, ya opinando sobre la política interna argentina, que la “banda de tipo de cambio sigue siendo adecuada”. Además, confirmó que está acordado el swap por 20 mil millones de dólares y que “el Tesoro de Estados Unidos está preparado, de inmediato, para tomar las medidas excepcionales que sean necesarias para proporcionar estabilidad a los mercados”. “Nos vamos a llevar todo lo que pongan. No tienen dimensión de la demanda de dolarización que puede generar la Argentina”, evaluó un experimentado operador de mercado.
Desde el FMI, su titular, Kristalina Georgieva, celebró el rescate estadounidense, pero reiteró un pedido que el gobierno de Milei viene desoyendo: acumular reservas. "El FMI está completamente alineado en el apoyo al fuerte programa económico del país, anclado en una disciplina fiscal y en un robusto régimen cambiario para facilitar la acumulación de reservas".
En el mercado ya se habla del “Carry Bessent” por la característica de la operación, similar a las que fomentaron el equipo del ministro Luis Caputo y su amigo y socio en la actividad privada, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili: vender dólares, hacer tasas en pesos, llevarse más los dólares. El Santander, por ahora, no informó qué orden recibió para invertir los pesos que recibió por la venta de los dólares, que puede ser o un plazo fijo o la compra de títulos en el mercado secundario, aprovechando el desplome de los precios.
La sola versión de la operación y luego la confirmación generó una caída en el tipo de cambio oficial y un desplome del valor del dólar en el mercado financiero (el MEP cayó 5,7% a 1.440,81 pesos y el CCL 5,8% a 1.453,22 pesos, prácticamente eliminando la brecha con el oficial mayorista que cerró a 1.420 pesos), a la vez que impulsó el valor de los títulos públicos entre 5% y 8% los Globales y Bonares y las acciones (12,4% el Merval en dólares) y los ADR, con picos de más de 20% para los bancos pero generalizado a todos los sectores.
En Estados Unidos, en paralelo, la operación generó críticas internas a Trump, que lo acusan de ajustar el gasto en salud, por ejemplo, y recortes en prestaciones sociales mientras destina fondos para que los amigos de Bessent limiten pérdidas por las inversiones que hicieron en Argentina.La última en cuestionar al mandatario fue la veterana senadora opositora Elizabeth Warren. "En vez de usar nuestros dólares para comprar pesos argentinos, Donald Trump debería ayudar a los estadounidenses a poder pagar una cobertura de salud," tuiteó la legisladora demócrata.
Además, desde la academia, voces como la de Maurice Obstfeld, del Instituto Peterson de Economía Internacional, advirtieron que “esta estrategia no rescatará la deuda argentina ni el peso por mucho tiempo, pero destinará el dinero de los contribuyentes estadounidenses a reducir las pérdidas de los inversores internacionales que deseen salir de la deuda argentina”. También el ex premio Nobel de Economía, Paul Krugman, sostuvo que “no hay un escenario plausible en el que ni siquiera 20.000 millones de dólares en préstamos estadounidenses puedan salvar la fallida estrategia económica de Javier Milei”.
Matthew C. Klein (@matthewcklein) en The Over Shoot, en tanto señaló que “no hay nada intrínsecamente malo en arriesgar el dinero de los contribuyentes estadounidenses para ayudar a un país extranjero que sufre una crisis de balanza de pagos. Pero hay buenas razones para pensar que Argentina hoy podría no ser el mejor lugar para empezar, incluso si el equipo de Milei ha logrado mucho en poco tiempo”.
El Destape
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